Las computadoras, los monitores y pantallas planas, los celulares, los demás productos electrónicos y los fluorescentes y bombillos de bajo consumo que usamos diariamente en nuestros hogares y oficinas, una vez que terminan su vida útil, se convierten en residuos tóxicos y peligrosos que contienen metales pesados como cadmio, plomo, mercurio y otras sustancias químicas que persisten durante cientos de años en los ecosistemas y causan una gran variedad de enfermedades y problemáticas ambientales.
De esta forma, es importante que este tipo de residuos no termine en ríos o botaderos a cielo abierto, tanto en Costa Rica como en otros países en vías de desarrollo, por ejemplo en África o Asia donde los “recicladores” no cuentan con elementos de protección personal ni instalaciones adecuadas para la recuperación de materiales.
Cada bombillo de bajo consumo contiene aproximadamente unos 5 miligramos de mercurio, cantidad suficiente para contaminar 5,000 litros de agua.
Los celulares contienen sustancias peligrosas, tales como, antimonio, arsénico, berilio, cadmio, cobre, plomo, níquel y zinc que permanecen y contaminan en el ambiente por cientos de años.
Fotografía del año UNICEF 2011:
![]() |
Primer Premio: Exportación de residuos a Africa por Kai Löffelbein de Hannover, Alemania.